La calidad de la educación está relacionada con la lectura, pues es importante el dominio del lenguaje oral y escrito, en forma correcta y solo el hábito de la lectura lo da. Es verdad que casi todas las personas pueden leer y escribir en una etapa básica o mínima, pero de allí a poder leer con entendimiento hay mucha diferencia. Millones de personas acuden a tomar clases, cada día, pero la gran mayoría no ha desarrollado su capacidad lectora lo cual solo les permitirá terminar una carrera para poder tener un trabajo y sobrevivir y no podrán tener todos los beneficios intelectuales-económicos que te da el ser un buen lector.
Podríamos llamarles alfabetos funcionales. Si una persona no ha aprendido a leer y a escribir será llamada “analfabeta”. Alfabetización es enseñar a leer y a escribir a las personas. Cuando ya sabe leer y escribir es considerada “alfabeta”, en el caso Hoy en día en la mayoría de los países latinoamericanos se está venciendo al analfabetismo, sin embargo, aumentan los “alfabetos funcionales”, esto es, personas que sabiendo leer no leen, sabiendo escribir no escriben. Se convierten en “alfabetos funcionales” porque en el sistema educativo no busca el desarrollo de lectores autónomos o lectores que leen por el gusto de leer; por el contrario el sistema educativo ha visto en la lectura solo un instrumento para el estudio y punto.
Para formar buenos lectores se debe leer libros que le produzcan satisfacción y gusto durante el acto de la lectura. La educación es un fracaso en la medida de que la competencia lectora y escrita no se desarrollen. Para ello se debe desterrar una serie de mitos como: se debe leer para aprender cosas útiles y, por el contrario, no se debe leer para conseguir satisfacción, alegría o felicidad.
Tener competencia lectora significa haberle encontrado sentido al acto lector y ello hace que se pueda acercar a los libros. La lectura no se aprende a través de la imposición, sino a través de que se le encuentre gusto y sentido a lo que se lee…RAUL RAFAEL…Te ruego comentes.